El procedimiento comienza con una consulta detallada para entender tus necesidades y expectativas. Tras esto, se aplica un anestésico local para garantizar tu comodidad. Primero, se utiliza la técnica de microblading para trazar los pelos individuales en las áreas más claras de las cejas. Luego, se aplica el microshading para crear una base de sombra que aporta profundidad y volumen, logrando así un acabado completo y equilibrado.